Bittersweet Memories
martes, 12 de abril de 2016
domingo, 7 de abril de 2013
Un
río sin fin.
El
tiempo pasa, y los recuerdos fluyen como esa brisa mañanera que
cubre tu piel con un dulce amanecer. Extrañas el pasado, añoras
esos recuerdos con sonrisas, con caricias, con besos, con sinfonías
de puros sentimientos que no paraban de fluir. Pero el reloj sigue su
camino, el reloj no te esperará, no te dejará despedirte, no te
dejará olvidar tan fácilmente. No. Tu corazón recuerda cada
momento como si fuera ayer, y lo quiere, lo ama con toda su alma, y
lo retiene con todas sus fuerzas. Pero el tiempo corre, el tiempo no
te espera. Y ese sufrimiento es el que finalmente te destruye por
dentro.
Pero
no, tienes que ser fuerte, tienes que poder levantarte, tienes que
saber olvidarte. Tienes que aprender a vivir sin ello, tienes que
aprender a no acostumbrarte al presente, porque en el futuro ese
presente se hará pasado. Un pasado que no volverá. Aprende a
dejarlo ir, aprende a vivir sin sufrir. Aprende a volar sin caer.
Aprende a ser feliz.
domingo, 2 de diciembre de 2012
Había
una vez una joven bella, y una anciana ciega.
Ella era tan bella, tan joven, y tan inocente. Por detrás una espalda larga y joven cruzaba su esencia, un pelo de color castaño caía sobre su bonito cuello. Una piel aún sin huellas la envolvía, blanquita era, sensible parecía. Un bonito traje formaba su cuerpo, hacía que sus curvas y sus piernas se vieran tan bonitas, tan jóvenes.
De pronto, la mujer se da la vuelta, y todo cambia. Una cara triste, y cansada se asomaba por ella, una piel marcada, y arrugada formaban su cara. El tiempo jugaba con ella, el pelo marcaba cada huella. Unos colores grises inundaban cada pelo que salía de su cabeza, pero por detrás seguía castaño, joven. Esa imagen de una mujer bella despareció, y una anciana ciega se asomó. Ciega, ciega porque no quiere verse, quiere volver a ser esa mujer joven que tanto adoraba ser, esa mujer llena de curiosidades, de aventuras, de amor, de felicidad. Pero no, el tiempo jugaba con ella, aunque su pasado siempre seguirá grabado en ella.
Ella era tan bella, tan joven, y tan inocente. Por detrás una espalda larga y joven cruzaba su esencia, un pelo de color castaño caía sobre su bonito cuello. Una piel aún sin huellas la envolvía, blanquita era, sensible parecía. Un bonito traje formaba su cuerpo, hacía que sus curvas y sus piernas se vieran tan bonitas, tan jóvenes.
De pronto, la mujer se da la vuelta, y todo cambia. Una cara triste, y cansada se asomaba por ella, una piel marcada, y arrugada formaban su cara. El tiempo jugaba con ella, el pelo marcaba cada huella. Unos colores grises inundaban cada pelo que salía de su cabeza, pero por detrás seguía castaño, joven. Esa imagen de una mujer bella despareció, y una anciana ciega se asomó. Ciega, ciega porque no quiere verse, quiere volver a ser esa mujer joven que tanto adoraba ser, esa mujer llena de curiosidades, de aventuras, de amor, de felicidad. Pero no, el tiempo jugaba con ella, aunque su pasado siempre seguirá grabado en ella.
Había
una vez un pasado que era presente, y un presente que no quería
ser futuro.
martes, 16 de octubre de 2012
¿Qué
se siente al ser yo?
Se siente llena, llena de sentimientos que fluyen por tu cuerpo y a la vez vacía como un agujero negro sin señales de vida. Se siente tormentas de sentimientos y emociones que te revuelven la mente, el corazón. Hay sentimientos buenos y sentimientos malos. Por una parte me recorre la pura rabia, la pura rabia hacia personas que en su tiempo me hicieron daño. Pero por otra, por otra me recorren esperanzas que parecen no morirse nunca.
En el vacío flota un sentimiento llamado añoranza. Una presencia que me respira su fría ausencia pero me susurra sus fuertes creencias. Su calor ya enfriado me sigue envolviendo en su dulce amor. Y su pinchazo me sigue atravesando con el mismo dolor. Pero la memoria nunca olvida.
En el corazón fluye un sentimiento llamado esperanza. Una esperanza que espera no tener que regresar atrás, una fuerza que me mantiene viva, con respiración. Son esas ganas de volver a sentir la felicidad absoluta junto a un corazón que no para de susurrarme la razón. Pero todo esto lo rodea una cerradura que no tiene ni llave.
Se siente llena, llena de sentimientos que fluyen por tu cuerpo y a la vez vacía como un agujero negro sin señales de vida. Se siente tormentas de sentimientos y emociones que te revuelven la mente, el corazón. Hay sentimientos buenos y sentimientos malos. Por una parte me recorre la pura rabia, la pura rabia hacia personas que en su tiempo me hicieron daño. Pero por otra, por otra me recorren esperanzas que parecen no morirse nunca.
En el vacío flota un sentimiento llamado añoranza. Una presencia que me respira su fría ausencia pero me susurra sus fuertes creencias. Su calor ya enfriado me sigue envolviendo en su dulce amor. Y su pinchazo me sigue atravesando con el mismo dolor. Pero la memoria nunca olvida.
En el corazón fluye un sentimiento llamado esperanza. Una esperanza que espera no tener que regresar atrás, una fuerza que me mantiene viva, con respiración. Son esas ganas de volver a sentir la felicidad absoluta junto a un corazón que no para de susurrarme la razón. Pero todo esto lo rodea una cerradura que no tiene ni llave.
martes, 31 de julio de 2012
Corazón roto, corazón partido.
Mi cuerpo sigue ahí, vivo, aunque muy dolorido, junto a mi alma muerta. Ese corazón que antes latía con fuerza y alegría ahora simplemente late por destino, por esas ganas de luchar, y esas ganas de volver a ser feliz algún día. Me siento apuñalada, apuñalada por el pasado y muerta por el presente. Mi alma sangra con fuerza, no se puede resisitir, no deja de sangrar. Un río sin fin cruza mi esencia, en su fría presencia de soledad total. Los recuerdos fluyen en mi cabeza como un deja vu, y no quieren dejar de soltarme. La rabia se acoge de mi cuerpo con su inmensa fuerza de destruir, y parece ser que mi presencia solo existe para hacer sufrir. Un inmenso vacío se apodera de mí, un corazón sin latidos que intenta seguir viviendo dentro de mí. Pero ese corazón parece caerse, caerse hasta el fondo de la oscuridad, inalcansable para mí. Me siguen unos susurros que aún viven en ese corazón perdido, me susurran un fuerte grito de deseo al oído. Quiero desprenderme, quiero desprenderme de mi cuerpo y salir volando, quiero empezar de nuevo, dejar atrás ese pasado casi olvidado. Pero el cuchillo me atrapa, en el suelo, en el vacío. Lo siento calavada en mi alma como la realidad, partiéndome el corazón en dos.
Pero
no, esta vez no, esta vez no me dejaré vencer. Esta vez seré más
fuerte aún, y haré todo por desprenderme de lo que me acoge desde
el interior, y salir como un pájaro recién nacido de su pequeño
pero grande nido. La libertad me llama, y la acogeré con los brazos
estirados y el corazón recién curado.
viernes, 27 de julio de 2012
Una
mirada calla mil palabras.
Te
miro, clavo mi infinita mirada en tus preciosos ojos, no la quito
hasta que me la quites tú. Veo a un chico misterioso que intenta
ocultar sus sentimientos y emociones. Pero no me los ocultas, los veo
claramente en el color de tus ojos, se asoman, me cuentan cada
sentimiento hacia mí. Nos quedamos mirándonos fijamente durante un
tiempo que parece ser eterno. Pero estoy acostumbrada, el tiempo es
infinito junto a tí. Nos acercamos, siento un ligero cosquilleo por
mi estómago, pero aún así no me hace perder la mirada. Noto tu
respiración cerca de mi cara, estamos a unos milímetros de
separación, que se me hace una distancia larga. Mi corazón te
desea, te llama con todas sus fuerzas, y parece que lo escuchas, pues
cada vez te acercas más. Tu mano roza mi mejilla, la mía tu cuello.
Siento tu calor en mí, me abraza, me envuelve. Un silencio inmenso
nos envolvió, como si fuera una burbuja eterna. De pronto, nuestros
ojos se cierran, la mirada se perdió, pero nuestros labios se
unieron. Crearon una sinfonía de sentimientos, y todos metidos en un
largo beso. Mi mente se queda en blanco, se concentra nada más que
en tí y en tus labios. El silencio se rompe, por los latidos
acelerados de mi corazón, por el sonido de tus besos. Mi corazón
solo grita una cosa, grita que no quiere que ese momento acabe jamás.
Y
ahora sé que no hacen falta palabras, sólo miradas. Las miradas son
como susurros, y la mía te susurra un fuerte "Te quiero"
al corazón.
viernes, 20 de julio de 2012
Never
give up.
Ella estaba insegura, por todos los comentarios que le habían llegado. La gente decía que él seguía destrozando vidas, corazones, como si nada, que nada le importaba. Entonces, después de mucho tiempo pensando en ello, un ligero pensamiento le pasó por la mente. Pensó en todos los momentos vividos con él, los recordó uno a uno, recordaba cada sonrisa en su cara, cada beso, cada caricia. Pero luego, se acordó de las discusiones, de cada mentira que salía por su boca, de cada grieta en su corazón que se iba abriendo cada vez más. De pronto una lágrima le cayó por la cara, sin que ella se diera cuenta, estaba sufriendo. Poco a poco, se fue dando cuenta de que no sirvía, no sirvía de nada llorar por una persona que en su tiempo la hizo sufrir. No, no vale la pena dejar caer ni una sola lágrima más por esa persona. Se secó las lágrimas de la cara, ¿y sabes qué pasó después? Se levantó. Se levantó del suelo, con todas sus fuerzas, y se recuperó con el paso del tiempo, dejando en el olvido cada recuerdo malo que tenía de él. Su corazón se iba cociendo poco a poco, cada herida desaparecía con cada sonrisa que le salía. Sí, se levantó, y ahora es más fuerte que nunca.
Conclusión: Sí, en la vida haces fallos y errores, te hacen daño, y sufres.Te caes, pero aunque te caigas hasta el más fondo del suelo, siempre te levantarás, siempre. No pierdas la esperanza. Con cada caída te haces más fuerte.
Ella estaba insegura, por todos los comentarios que le habían llegado. La gente decía que él seguía destrozando vidas, corazones, como si nada, que nada le importaba. Entonces, después de mucho tiempo pensando en ello, un ligero pensamiento le pasó por la mente. Pensó en todos los momentos vividos con él, los recordó uno a uno, recordaba cada sonrisa en su cara, cada beso, cada caricia. Pero luego, se acordó de las discusiones, de cada mentira que salía por su boca, de cada grieta en su corazón que se iba abriendo cada vez más. De pronto una lágrima le cayó por la cara, sin que ella se diera cuenta, estaba sufriendo. Poco a poco, se fue dando cuenta de que no sirvía, no sirvía de nada llorar por una persona que en su tiempo la hizo sufrir. No, no vale la pena dejar caer ni una sola lágrima más por esa persona. Se secó las lágrimas de la cara, ¿y sabes qué pasó después? Se levantó. Se levantó del suelo, con todas sus fuerzas, y se recuperó con el paso del tiempo, dejando en el olvido cada recuerdo malo que tenía de él. Su corazón se iba cociendo poco a poco, cada herida desaparecía con cada sonrisa que le salía. Sí, se levantó, y ahora es más fuerte que nunca.
Conclusión: Sí, en la vida haces fallos y errores, te hacen daño, y sufres.Te caes, pero aunque te caigas hasta el más fondo del suelo, siempre te levantarás, siempre. No pierdas la esperanza. Con cada caída te haces más fuerte.
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